LOS HIJOS DEL PAY UBRE

En los albores de los ‘70, en la ciudad de Mercedes, por iniciativa de Julio Cáceres (Mantilla, Corrientes 05/08/1950); Carlos Núñez (Mercedes, Corrientes 15/10/1942) y Justo Ricardo “Tito” Gómez (Curuzu Cuatia, Corrientes 23/11/1951) se formó el conjunto “Los Hijos del Pay Ubre”.

En su etapa de escuela secundaria, Cáceres y Gómez incursionaron en varias formaciones de variados géneros, hasta que influenciados por la poesía de la mercedeña Mercedes “Icha” Paiz, y esencialmente la de Julián Zini, sacerdote misionero por entonces radicado en Mercedes, deciden conformar un trío de voces con la participación de Núnez, interpretando un repertorio mezcla de clásicos y obras propias.

Con esta formación participan en el año 1971 en un “Festival Provincial de la Canción” en la ciudad de Corrientes, certamen realizado en el “Club Teléfonos”, donde “Los Hijos del Pay Ubre” ganaron por partida doble, ya que obtuvieron el premio en su categoría y el galardón mayor del festival.

En ese mismo año, se inscriben para participar del “Festival del Folklore Correntino” de Santo Tomé (Corrientes), cuando imprevistamente Ricardo “Tito” Gómez viaja a Buenos Aires por motivos personales, obligando a Cáceres a participar en forma solista. En dicha edición obtuvo el segundo premio por detrás del celebrado cantor “ituzaingueño” Yiye Mauriño.

De regreso a Mercedes, Julio Cáceres decide continuar con el conjunto, para lo que convoca a un joven que estaba dando sus primeros pasos en la música profesional, Joaquín Adán Sheridan.

Con dicha alineación, más la participación de Julián Zini en las glosas, el regreso de Tito Gómez y la participación de otros jóvenes artistas mercedeños como Francisco Cerimele, recorren intensamente la región por espacio de 3 años, despertando el interés del director artístico del sello “Azur”, el celebrado poeta Virgilio Expósito, que los contrató para grabar su primer placa discográfica.

Este disco a poco de rodar, fue retirado de los catálogos, debido al fuerte contenido contestatario de sus letras, que no era del agrado de las autoridades de turno. Esta alternativa fue además la razón por lo que paulatinamente el conjunto fue dejando los escenarios, dando paso al nacimiento de otra agrupación nacida de la determinación de aquellos jóvenes, el celebrado conjunto “Los de Imaguare”.